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martes, 24 de abril de 2012

BARRERAS DE LA COMUNICACIÓN:

Autor: Prof. Luís Mezones Medina
No todos los intentos de comunicación se ven coronados por el éxito. En algunas ocasiones hay interrupciones en la transmisión, provocadas por una barrera de comunicación en particular.  Según Davis, K. (1996):
Algunas personas no se comunican bien porque padecen bloqueos emocionales. Esto sucede con frecuencia en jefes que se preocupan excesivamente por los aspectos tales como: ¿Soy del agrado de mis subordinados? ¿Piensan que soy capaz? ¿Qué grado de credibilidad me asignan? Entre las causas de estos bloqueos emocionales están el enojo, temor, las actitudes defensivas y la incertidumbre (p. 13).

Algunas personas tienen problemas para comunicarse, debido esto a que tienen marcos de referencia distintos. Cuando carecen de una base común desde la que puedan trabajar se encuentran imposibilitados para comunicar en forma correcta lo que quieren decir. Así mismo, algunas personas no se pueden comunicar porque son incapaces de expresarse a sí mismas en forma apropiada, ya sea de un modo escrito u oral.  Para poder comunicarse, el docente debe estar capacitado para utilizar las palabras, ya que éstas son el medio que permiten expresar pensamientos, ideas y sentimientos. Algunos tienen un inventario limitado de vocablos con los que se pueden expresar o que sus reminiscencias en una situación dada son restringidas. Puede suceder que un individuo piense que está diciendo lo correcto, pero siempre puede expresarlo de la manera equivocada.
Las palabras son unidades estructurales y el uso correcto de éstas permite crear una construcción o las ideas, sentimientos y actitudes hacia las
que tendemos. En el caso de los jefes, los que no pueden redactar con claridad, tienen grandes problemas para lograr los resultados deseados a través de su memorando e informes. Mientras que, cuando usan transmisiones verbales tienden a ser declaraciones ambiguas o a dar una impresión equivocada a quienes lo escuchan. Finalmente, algunas personas son comunicadoras poco eficaces porque no pueden aprovechar su personalidad en forma capaz. La comunicación depende no sólo de los que los individuos dicen sino también de cómo lo dicen.
En la comunicación verbal, el aspecto exterior de una persona manifestado por gestos, sonrisas, calidad de la voz y vitalidad, es una cuestión de importancia extraordinaria para ayudarle a comunicar significados. Cuando los jefes o los subordinados fracasan en el uso de sus personalidades, para complementar el proceso básico de comunicación, son a menudo ineficaces.
El personal docente debe tener un conocimiento claro de las barreras que presenta al comunicarse, para poder vencerlas y lograr una comunicación eficaz y asertiva.  Cuando el docente se comunica sobre cosas físicas, tiene pocos problemas de comprensión porque todo el mundo sabe lo que es un automóvil, una máquina o escritorio. Sin embargo, los significados se hacen vagos cuando las personas se adentran en el reino de la realidad normativa o interpretativa. Lo que una persona dice y lo que otra entiende pueden ser dos cosas distintas.
Las personas manejan realidades normativas cuando se comunican sobre temas que quedan abiertos a la interpretación o son cuestiones de opinión personal. Ahora bien, el director que dice a su subordinado que tendrá que pasarse por lo menos un año en el área para lograr experiencia necesaria para su promoción puede pensar que le están ayudando a trazar una trayectoria para el desarrollo de su carrera.
Sin embargo, el subordinado puede opinar que el jefe se ve obligado a atribuirle a alguien esa tarea  desagradable y lo ha elegido a él. Lo que el supervisor percibe como una proposición clara del hecho, se interpreta en términos negativos.  El jefe piensa que está actuando dentro del reino de la realidad sensorial y, a decir verdad, ha penetrado en el campo de la realidad normativa y, dada la interpretación del subordinado, la situación da indicios muy claros de ruptura en la comunicación.

REFERENCIAS:

-          Berlo, D. (1990). El Proceso de la Comunicación. Buenos Aires: El Ateneo.
-          Davis, K. (1996). Las Relaciones Sociales y la Comunicación. España: Edit. Mundo Real.
-          Román, D. (1995). La Comunicación Eficaz. España: Ediciones Urano.

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